Estudios Bíblicos
EL MINISTERIO COMO... |
Preparado por:
Pastor: Edilberto Ortíz
“Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús”.
2 Timoteo 2:1-26.
Servir a Dios es un gran privilegio y más en los lugares que Dios nos ha puesto como directivos, líderes, pastores y administradores de la iglesia, esto debe hacernos reflexionar para buscar la excelencia, la cual alcanzaremos en una posición de formación y aprendizaje continua, diaria y hasta que Dios nos tenga en su voluntad, en la segunda carta de Pablo a Timoteo encontramos un escrito de formación y aprendizaje para el ministro Timoteo.
Pablo escribe en condiciones muy difíciles estando desterrado en una cárcel romana, esperando su juicio en la persecución que Nerón había propiciado a los cristianos, solo acompañado de Lucas. Hay un vivo deseo de ayudar al desarrollo de la obra a través del ministerio de Timoteo, es a él a quien va dirigida esta carta final, dándole a este discípulo o hijo espiritual como muchos lo llaman, unas pautas importantes para su ministerio, Pablo al escribir usa en el capitulo dos unas ilustraciones o metáforas para su buen entendimiento y esencia de lo que quería que Timoteo entendiera en cuanto al desarrollo de su vida como ministro de Jesucristo.
Estos escritos de Pablo son principios formativos que llevaban un objetivo especial hacia el ministerio de Timoteo y de igual manera serán de muy buena ayuda para no olvidar nuestra posición y diferentes roles que debemos desempeñar como directivos y pastores.
I. EL MINISTRO (DIRECTIVO) COMO SOLDADO:
“Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 4Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”.
2 Timoteo 2:3-4.
1. Timoteo fue reclutado, escogido para estar en el campo de batalla (Hechos 16:3, Quiso Pablo que éste fuese con él; y tomándole…)
a. Estamos seguros que fuimos llamados, escogidos para estar en este trabajo, en este campo de batalla, de la administración de la iglesia como directivos y como pastores, así como:
i. Dios escogió a David: entre siete hermanos, con perfil de Reye tanto que Samuel quería ungirlos, pero Dios tenía su escogido, y aun cuando su familia no lo mostró, Samuel lo preguntó. 1 Samuel 16. Habían mejores que nosotros pero Dios nos escogió.
ii. A los doce: de todos los que vinieron él llamó a los que él quiso, a los que él le plació, (Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. 14Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar. Marcos 3:13) Dios quiso llamarnos y aquí estamos por su gracia.
iii. Dios nos llamó: nos reclutó, nos escogió para ser soldados y estar en el campo de batalla, no lo olvide; eso debemos sentirlo como el fuego que sintió Jeremías.
2. El tiempo era de persecución por los imperios contrarios al evangelio, especialmente el de Nerón, y Pablo le muestra un panorama a Timoteo de lo que iba acontecerle, Pablo dice: todo buen soldado sufre penalidades, o trabajos como lo dice la versión 1909 (Tú pues, sufre trabajos como fiel soldado de Jesucristo.) Penalidad (Trabajo aflictivo, molestia, incomodidad.)
a. Como buenos soldados hay un camino que debemos recorrer y es obligatorio; en este trabajo son: las penalidades, momentos de aflicción, de molestia e incomodidades, sufrimientos como directivos; con pastores, con sus familias, con iglesia y otros que rodean el campo de batalla, el directivo o pastor.
b. El directivo, pastor o líder que no quiera enfrentar o pasar estos sufrimientos está en el lugar equivocado, esto hace parte de la batalla. (Juan 17:15 No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno. Versión las Américas)
3. Estamos en un campo de batalla. El directivo y pastor debe ser consciente de esto, por lo tanto debemos:
a. Estar atentos y no descuidarnos, nosotros y el distrito, (1 Pedro 5:8 Sed sobrios, y velad…)
b. Prepararnos y entrenarnos, (1 Timoteo 4:13-15)
c. No enredarnos, ni descuidar las responsabilidades y estar dispuestos (1 Reyes 19:19)
d. Ser obedientes a las órdenes encomendadas. (1 Samuel 15:22)
e. Saber que no es por nuestra fuerza, sino por Jesús que está a nuestro lado y que ganaremos. (1 Samuel 17:45)
f. Ayudar y no abandonar ninguno de los demás soldados aun cuando estén heridos. El directivo debe ayudarlos.
4. El objetivo de cada soldado es agradar aquel que lo tomó, lo llamo y confió en él:
a. Cada directivo con su trabajo debe agradar a Jesús, los hombre fallamos y en ocasiones no valoramos el trabajo, pero hay uno que ve el trabajo y lo recompensará en público.
II. EL MINISTRO (DIRECTIVO) COMO ATLETA:
Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.
2 Timoteo 2:5.
Pablo familiariza en varias ocasiones el Atletismo en palabras como corre, carrera, corro y otros (1 Cor 9:24,26. Gal 2:2, Fil 2:16, Rom 9:16) mostrando el desarrollo de los juegos Olímpicos y aplicándolos al trabajo de cada uno.
1. Pablo le dice a Timoteo que él está en la carrera, dentro del trabajo, es participe del ministerio, lo compara como un Atleta.
a. Debemos ser consciente que todos estamos dentro de la misma carrera y el mismo equipo (directivos, administradores de la iglesia), todos somos corredores. Estamos aquí y con la ayuda de Dios seguiremos en esta carrera.
b. ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 6Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 8Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. 9Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 1 Corintios 3:5.
2. Como corredores debemos perseguir una meta, un objetivo, un blanco, de lo contrario ¿para qué correr?, o ¿por qué la carrera? Cada directivo debe tener una visión, debe tener una meta en su distrito, un objetivo que perseguir. Igualmente como pastor, debemos tener un por qué trabajar, un por qué vivir.
a. Pablo lo dice claramente: (Fil 3:12-14 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. 13Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.)
3. Para ganar el premio hay que tener algunas cosas: Disciplina, respeto, obediencia, Honestidad. Por diferentes que sean los corredores todos deben someterse a las mismas reglas de la carrera. Cada directivo, pastor y líder, debe acogerse a las mismas reglas. No hay campeones sin sacrificio, no hay éxito con personas indiferentes.
a. La disciplina nos ayudará a ser mejores cada día, a vencer los obstáculos y tener una vida ordenada para alcanzar la meta.
b. La Obediencia nos ayudará a ser fieles y guardar lealtad para ser corredores de confianza.
c. La honestidad nos ayudará a terminar la carrera con tranquilidad y honor, ayudando a otros corredores, sin empujarlos y enseñándoles a alcanzar la meta final.
III. EL MINISTRO (DIRECTIVO) COMO LABRADOR:
“El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero”.
2 Timoteo 2:6.
Vemos la figura de un hombre trabajador: es un agricultor, un labrador, el cual sabe que su trabajo no es en vano sino que este traerá fruto y se goza y disfruta de ellos.
1. El Trabajo del directivo y pastor es en bien común, no trabajamos para nosotros solamente o individualmente.
a. Unos hacen una parte, vendrán otros que continuarán la otra parte, yo disfruto de lo que otros hicieron y otros disfrutaron de lo que yo estoy haciendo, de esta manera trabajemos con alegría e ímpetu, sabiendo que el uno no es más que el otro.
b. ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 6Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 8Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. 9Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 1 Corintios 3:5.
2. El trabajo del directivo y pastor es de paciencia, los frutos no se van a ver de inmediato, pero la satisfacción es que hicimos parte del propósito de Dios, para alcanzar esos frutos.
a. Hay momentos que el directivo o pastor se desanima o desespera por no ver los frutos, o quizás no gozar aun de su trabajo, pero la biblia dice: (Gal 6:9. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.)
b. (Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. 14Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; 15pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. 16Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad. Hebreos 11:13.)
3. Regla general del labrador: para ver, tener y gozar de los frutos, primero hay que trabajar. los sueños, deseos, anhelos de usted como pastor y como directivo se harán realidad, pero primero hay que trabajar. No hay niño sino hay parto.
a. Los frutos no vienen de la noche a la mañana, si pretendemos tener éxito en el distrito y en la iglesia debemos trabajar, no hay otro camino, no hay otra opción.
b. Dios espera que sus siervos trabajen para gloria de él, Parábola de los talentos: el hombre esperaba que los siervos trabajaran los talentos y ellos sabían que debían trabajar por que el Señor vendría a pedir cuentas. Mateo 25:14.
c. Aunque no tenemos un marcador de horarios, ni una planilla donde rendir cuentas, el Señor espera que trabajemos con honradez como las hormigas: Proverbios 6: 6-11.
IV. EL MINISTRO (DIRECTIVO) COMO OBRERO APROBADO:
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse…”
2 Timoteo 2:15.
El obrero, el siervo de Dios, el directivo, el hombre de Dios debe ser aprobado.
1. El ministro, el directivo, el pastor, debe ser una persona intachable, de buena reputación en todas sus áreas, recordemos que la clave está en depender siempre de Dios: (…porque separados de mí nada podéis hacer. Juan 15:5. )
2. Aprobado frente a Dios, a la iglesia, a la comunidad, a la familia, a los dirigentes de la iglesia y a sí mismo. (Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, Hebreos 12:1)
3. Aprobado frente a la economía, a la moral y la administración o trato con los demás. (2Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres. 2 Corintios 3:2)
4. No tiene de que avergonzarse: no esconde, no tiene una barrera, no tiene una parte que no pueda enfrentar, las decisiones se toman en segundos pero quedan para toda la vida, cuídese de tomar una de ellas a la carrera y perjudicando su aprobación como ministro de Jesucristo:
a. Esos problemas son como: Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable. Ecl: 10:1
b. La gran vida del Rey David quedo marcada, por el pecado con Betsabe.
V. EL MINISTRO (DIRECTIVO) QUE TRAZA BIEN LA PALABRA:
“…que usa bien la palabra de verdad. 16Más evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. 17Y su palabra carcomerá como gangrena”.
2 Timoteo 2: 15-16.
Timoteo recibiría ataques de falsos maestros, como hoy en día lo tiene la iglesia y que como directivos debemos velar por que se guarde y se enseñe la sana doctrina:
1. El directivo o pastor debe estar al cuidado de los ataques de vientos de doctrinas. (Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, 18que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos. 2 Timoteo 2:17)
2. Debemos estar al cuidado de que la palabra sea bien trazada, como el trazo del que construye, de quien tiene un plan claro en mente, por dónde llevar las personas.
a. Debemos tener cuidado de los conceptos personales y no bíblicos, (6Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.)
b. Con las fuentes de libros que estudiamos para trazar la palabra, hay que mirar pero retener lo bueno.
3. El pastor y directivo debe preocuparse por llevar un buen alimento a sus ovejas o pastores en caso del directivo, sacar tiempo para estudiar y orar, donde el mensaje se entienda y su auditorio salga edificado por que la palabra estaba bien trazada.
a. Dios tiene pastos para sus rebaños: (Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. Juan 10:9)
b. Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. Jeremías 15:16.
c. El tiempo de la enseñanza y el pulpito hay que usarlo para la palabra.
VI. EL MINISTRO (DIRECTIVO) COMO INSTRUMENTO DE HONRA:
El principio de saber que somos instrumentos nos ayudará a depender de Dios y estar limpios para que él nos use. El servidor que es aprobado y traza bien la palabra, colocando en claro el principio y fundamento bíblico, podrá ser un hombre útil para Dios.
1. El ver a Dios obrando casas maravillosas a través de nuestras vidas es algo realmente especial, pero para ellos debemos hacer lo que hemos estudiado.
a. De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Juan 14:12.
2. Instrumento: es algo que se usa, presta un servicio, está dispuesto, ha sido creado con ese fin.
a. En momentos necesitamos que el alfarero haga de nuevo la vasija, puesto que nos llenamos de algunas cosas y defectos que detienen los planes de Dios para con su obra. Jeremías 18. 1-6.
3. En una casa grande hay varios utensilios, procuremos ser utensilios de honra, buenos para que él nos use y nos tenga en cuenta, nos es por lo que planeemos para ser usados, sino por nuestra fidelidad y limpieza.
a. Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá. Salmos 101:6.
4. El que Dios nos use debe inspirar a otros para que sigan a Cristo y presten un mejor servicio, con nuestro servicio de honra, honremos a Dios.
a. Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. 1 Corintios 11:1.
b. Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí, 2 Reyes 2;9
VII. EL MINISTRO (DIRECTIVO) COMO SIERVO DEL SEÑOR:
“24Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 25que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 26y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él”.
2 Timoteo 2:2
Las alturas y los privilegios son regalos maravillosos de Dios pero por ningún motivo permitamos que esto desvié nuestra condición y posición de siervos, debemos seguir guardando nuestra humildad, los cargos y otros terminan; la vida continúa.
1. El directivo o pastor debe gozar de amabilidad, mansedumbre, ya que el trato con los pastores y la iglesia es muy continuo.
a. Manejar el temperamento, aun cuando no se esté en el mejor día. (Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Mateo 11:29)
b. Saber decir las cosas con respeto y prudencia, sin abusar de la autoridad, ni subestimando a los demás. (La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor. Proverbios 15:1)
c. La relación con los demás será la balanza del éxito para seguir liderando y sirviendo a Dios. (Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo Mateo 9:35)
d. Debemos tratar bien a los que se oponen, ya que con nuestra actitud los podemos ganar.
2. El sentido de servir: el gran ejemplo lo puso Dios: (Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Marcos 10:45)
a. Debemos ir más allá y servir aun cuando no lo esperen: (Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos. Lucas 17:10)
3. Las posiciones no solo son privilegios sino deberes y responsabilidades, si practicamos bien la humildad y el servicio ganaremos a muchos para el Señor.
CONCLUSIÓN: Pablo le enseña a Timoteo un perfil del ministro, ilustrado en todos los personajes o roles antes estudiados; que Dios nos ayude a reflexionar para que actuemos en el momento indicado y de la forma indicada como soldados, atletas, labradores, para ser ministros aprobados y transparentes; trazando bien la palabra que es nuestra guía, para que Dios nos use y seamos instrumentos de honra sin olvidar que somos, y seguiremos siendo siervos. Para decir al final de la vida:
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. 2 Timoteo 4:7
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DIOS ES ESPIRITU |
Este Unico Dios de quien venimos hablando es Espíritu; así se revela en Gn. 1:2. "Y el Espíritu de Dios se movía sobre la Faz de las aguas". Job sabía que Dios es Espíritu. "El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio la vida" Job. 33:4. David así lo concebía: "¿A dónde me iré de tu Espíritu? Sal. 139:7. "Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne". Joel 2:28. "Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis". Hageo 2:5.
El Señor Jesús ante la pregunta de la samaritana, a dónde adorar a Dios, si en el monte Gerizin, o en el templo de Jerusalén, le contestó: "Mujer créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en Espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. DIOS ES Espíritu; y los que le adoran, en Espíritu y en verdad es necesario que le adoren". Juan 4: 20-24.
En esta charla del Señor con la samaritana, vemos que la persona que entiende la salvación y la recibe, desea conocer a Dios y la forma correcta de adorarle, como lo demuestran las preguntas de esta mujer; de otro lado, el Señor también le reveló y le definió a Dios diciéndole:
Que él no está limitado a un lugar, ni podemos confinarlo; Dios está en todas partes al mismo tiempo, sencillamente porque él es Espíritu.
Dios siendo Espíritu es invisible. Dijo: "No podréis ver mi rostro porque no me verá hombre y vivirá". Ex. 33:20 A Dios nadie le vio jamás". Juan 1:18. "El es la imagen del Dios invisible". Col. 1:15. "Por tanto, al rey de los siglos inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén". 1 Ti. 1: 17. "El único que tiene inmortalidad, que habita en la luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén". 1 Ti. 6:16. Es obvio que cuando la Escritura declara que nadie ha visto a Dios, se refiere a su naturaleza o esencia, que es invisible porque es Espíritu.
Veamos el otro lado: "Después le apareció Jehová en el encinar de Manre estando él sentado a la puerta de su tienda, en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor". (NO Señores) Gen. 18:1-3. "Y subieron Moisés y Aarón, Nadan y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno". Ex. 24-10. "Y dijo Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobré la peña; y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña y te cubriré con mi manto hasta que haya pasado. Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro". Exodo 33: 21-23. "Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareen visión, en sueños hablaré con él. No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras. Y verá la apariencia de Jehová". Nm. 12:6-8. "En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo". Is. 6:1. ¿Cómo reconciliamos las declaraciones de la escritura, que a Dios nadie le vio, y las que nos dicen que algunos vieron a Dios?
Sencillamente a Dios nadie le vio en su naturaleza o esencia, porque siendo Espíritu es invisible. A El le vieron en sus manifestaciones, porque Dios siendo invisible usó formas visibles para manifestarse a sus siervos. Además las declaraciones: "A Dios nadie le vio jamás; y a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, están completadas por manifestaciones que lo revelan o lo revelarán.
"No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá". Ex. 33: Los tres versos siguientes que ya citamos, declaran que Moisés vería la espalda. Juan 1:18 dice: "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito hijo, que está en el seno de¡ padre, El lo ha dado a conocer, (Revelado). Recordemos cuando le dijo a Felipe: ¿Tanto tiempo hace que ESTOY (No que está, como si el padre fuera otro) con vosotros y no me ha conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al padre. ¿Cómo, pues dice tú:
Muéstranos al Padre? Juan 14:7. Y en 1 Ti. 6 14-16 "Que guardes el mandamiento sin mácula ni represión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo. LA CUAL (Aparición) a tu tiempo MOSTRARA el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en la luz marcescible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra, y el imperio sempiterno. Amén".
Con estos pasajes se confirma claramente que Dios siendo Espíritu, se ha revelado, manifestado, o mostrado visiblemente para tratar con el hombre. "E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad (santidad>: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria". 1 Ti. 3:16.
El hijo es la irtiagen expresa de Dios. "El cual, siendo el resplandor de su gloria y la imagen misma de su sustancia". Heb. 1:3 "El es la imagen del Dios invisible". Col. 1:15. "En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios", porque Dios que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz (Cara) de Jesucristo".
Estas escrituras nos demuestran que a Dios sólo lo vemos en el rostro de Cristo; o dicho de otra manera, el único Dios que el hombre verá es Jesucristo. "He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá...". Ap. 1:17. La Biblia no usa la palabra persona para referirse a Dios, y mucho menos habla de tres personas. El término personas designa al nombre. "Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente (alma o persona viviente) Gn. 2:7. "Todas las personas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta". Gén.46-27.
Llamar a Dios persona es limitarlo. La Biblia lo define:
"Dios es Espíritu". Juan 4:24, y como tal llena el universo, por esto el salmista dijo: ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?, si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el sol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba, y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano y me asirá diestra. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz". Sal. 139.
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EL PLAN ECONÓMICO DE LA IGLESIA |
DIEZMOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
No fue necesario que Jesucristo hablara mucho de los diezmos y ofrendas, puesto que los judíos estaban instruidos en dar sus diezmos y pagar sus ofrendas. Jesucristo dijo que el no vino a abrogar la ley sino a cumplirla. Los diezmos y las ofrendas eran parte de la ley (Mt. 5:17; Lc. 21:1-4). 3. ESCRITURAS ADICIONALES ACERCA DE DAR A LA OBRA DE DIOS d) Ofrenda para los santos, (1 corintios 16:1-3; 2 Corintios 8 y 99):
1. INTRODUCCION
EL DIEZMO es un plan Divino para promover la obra de Dios aquí sobre la tierra. Cuando Dios sacó al pueblo de Israel de Egipto y lo llevó al pie del Monte Sinaí, allí lo organizó y lo instruyó. Para poder financiar esta nueva empresa o establecimiento de una nación le dio ordenes concernientes al Diezmo para poder lograr todo lo establecido. Con razón dijo Salomón: “…el dinero responde a todo.” (Ecle. 10:19): “Por placer se hace el banquete, el vino alegra a los vivos y el dinero responde por todo.”
El Diezmo: el diezmo es el diez por ciento de todo ingreso. Si el ingreso es de cien mil pesos el diezmo es de diez mil.
2. EL PRINCIPIO DEL DIEZMO EN LA BIBLIA
Génesis 14:18-20:
“Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y lo bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos”
Se ve por medio de esta escritura que para Abraham dar los diezmos era algo natural, algo que se estaba practicando. Se han hallado tablas de arcilla que muestran que los asirios, egipcios, y aun los chinos antes del tiempo de Abraham, daban los diezmos para sostener sus sacerdotes religiosos y para ayudar en el mantenimiento de sus templos.
Muchos atribuyen el diezmo a la ley por lo tanto, creen que los miembros de la Iglesia no tienen la obligación de diezmar. Abraham dio los diezmos a Melquisedec 700 años antes de promulgarse la ley por Moisés al pueblo israelita.
Abraham entregó sus diezmos a Melquisedec quien era el sacerdote que representaba a Dios, Abraham dio los diezmos porque reconocía que Melquisedec representaba una autoridad mayor. Aunque él era una persona de mucha responsabilidad, mucho poder y riquezas aun reconocía que Melquisedec por virtud de su oficio Divino tenía mayor responsabilidad que él en la administración de los asuntos espirituales. Además, Abraham dio los diezmos en reconocimiento que Dios le había ayudado en tiempo de necesidad, pues Dios le había ayudado a ganar la batalla. Abraham dio los diezmos voluntariamente en cumplimiento a una obligación sagrada. La Biblia declara que nosotros somos hijos de Abraham. Abraham también fue llamado “…amigo de Dios” (Isaías 41:8): “Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham, mi amigo.”
El hecho de que Abraham diezmaba contribuyó para recibir este reconocimiento como Amigo de Dios. Si deseamos ser amigos de Dios hay que dar nuestros diezmos.
Génesis 28:20-22:
“Allí hizo voto Jacob, diciendo: Si va Dios conmigo y me guarda en este viaje en que estoy, si me da pan para comer y vestido para vestir y si vuelvo en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios; y de todo lo que me des, el diezmo apartaré para ti”
Jacob no hallaba otra cosa de mayor importancia para pedir la bendición de Dios en su vida sino por medio de dar los diezmos. Alguien pudiera preguntar: ¿Por qué escogió el diezmo y no el 9%, 7%, 5%, 3%? Jacob vivió 500 años antes de promulgarse la ley y 200 años después de Abraham. El diezmo era algo establecido, pues recordemos que Melquisedec no rehusó el diezmo sino que lo acepto como algo normal y justo.
3. LOS DIEZMOS BAJO LA LEY.
Entre las muchas leyes que recibió el pueblo de Israel tenemos los diezmos. Es interesante notar que los israelitas no solamente daban los diezmos una vez sino tres veces.
Levítico 27:30-34:
“El diezmo de la tierra, tanto de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, es de Jehová: es cosa dedicada a Jehová. 31Si alguien quiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello. Todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová. 33No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará; y si lo cambia, tanto él como el que se dio a cambio serán cosas sagradas: no podrán ser rescatados. Estos son los mandamientos que ordenó Jehová a Moisés para los hijos de Israel en el monte Sinaí.”
Y Números 18:2-7:
“Haz que también tus hermanos se acerquen a ti y se reúnan contigo: la tribu de Leví, la tribu de tu padre, y te servirán. Tú y tus hijos serviréis delante del tabernáculo del Testimonio. 3Harán lo que tú ordenes y cuidarán de todo el Tabernáculo, pero no se acercarán a los utensilios santos ni al altar, para que no mueran ellos y vosotros. Colaborarán, pues, contigo, y desempeñarán el ministerio del Tabernáculo de reunión, todo el servicio del Tabernáculo, y ningún extraño se ha de acercar a vosotros. 5Tendréis el cuidado del santuario, y el cuidado del altar, para que no venga más la ira sobre los hijos de Israel. 6Porque yo he tomado a vuestros hermanos, los levitas, de entre los hijos de Israel, dados a vosotros como un don de Jehová, para que sirvan en el ministerio del Tabernáculo de reunión. 7Pero tú y tus hijos contigo os ocuparéis de vuestro sacerdocio en todo lo relacionado con el altar, del velo adentro, y ministraréis. Yo os he dado como un don el servicio de vuestro sacerdocio; el extraño que se acerque, morirá”
Vs. 21-24:
“Yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel como heredad por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del Tabernáculo de reunión. 22Los hijos de Israel no se acercarán al Tabernáculo de reunión, para que no carguen con un pecado por el cual mueran. 23Pero los levitas harán el servicio del Tabernáculo de reunión, y ellos cargarán con su iniquidad. Es estatuto perpetuo para vuestros descendientes: no poseerán heredad entre los hijos de Israel. 24Porque a los levitas les he dado como heredad los diezmos de los hijos de Israel, que presentarán como ofrenda a Jehová, por lo cual les he dicho: “Entre los hijos de Israel no poseerán heredad”
Vs. 26-28:
“Hablarás a los levitas y les dirás: Cuando toméis los diezmos de los hijos de Israel que os he dado como vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos, como ofrenda mecida a Jehová, el diezmo de los diezmos. 27Se os contará vuestra ofrenda como grano de la era y como producto del lagar. 28Así presentaréis también vuestra ofrenda a Jehová de todos los diezmos que recibáis de los hijos de Israel; se la daréis al sacerdote Aarón como ofrenda reservada a Jehová.
El fruto de la tierra era reclamado por Dios y considerado Santo. El diezmo era para los levitas, pues eran ellos quienes ministraban las cosas santas a favor del pueblo de Dios. Los Levitas, Aarón y sus hijos estaban encargados del servicio del santuario y del altar. Los levitas también pagaban los diezmos al Sumo Sacerdote.
El segundo diezmo (Dt. 12:5-7)
“Sino que el lugar que Jehová, vuestro Dios, escoja entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre y habitar en él, ese buscaréis, y allá iréis. 6Allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos y la ofrenda reservada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas; 7allí comeréis delante de Jehová, vuestro Dios, y os alegraréis, vosotros y vuestras familias, de toda obra de vuestras manos en que Jehová, tu Dios, te haya bendecido.”
Cp. 14: 22-27:
“22»Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rinda tu campo cada año. 23Comerás delante de Jehová, tu Dios, en el lugar que él escoja para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová, tu Dios, todos los días. 24Si el camino es tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová, tu Dios, haya escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová, tu Dios, te haya bendecido, 25entonces lo venderás, llevarás el dinero contigo e irás al lugar que Jehová, tu Dios, escoja. 26Allí entregarás el dinero por todo lo que deseas: por vacas, por ovejas, por vino, por sidra o por cualquier cosa que tú desees. Comerás allí delante de Jehová, tu Dios, y te alegrarás, tú y tu familia. 27»No desampararás al levita que habite en tus poblaciones, porque no tiene parte ni heredad contigo”
Era un diezmo de las ganancias anuales de la cosechas. Deberían de comérselo con la familia en el lugar que Dios escogiera, este diezmo era para inculcar en ellos el temor de Dios y para que el pueblo se regocijara.
El tercer diezmo (Dt. 14:28-29):
“28»Al cabo de tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades. 29Allí vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, el extranjero, el huérfano y la viuda que haya en tus poblaciones, y comerán y se saciarán, para que Jehová, tu Dios, te bendiga en toda obra que tus manos hagan.”
Se recogía cada tres años y debería usarse con el fin de repartirse con los levitas (Ministros), los forasteros, huérfanos, y viudas. El propósito era para que Dios bendijera al dador del diezmo.
4. ADVERTENCIAS Y BENDICIONES DEL DIEZMO
Malaquías 3:8-12:
“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y aún preguntáis: “¿En qué te hemos robado?”. En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi Casa: Probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, a ver si no os abro las ventanas de los cielos y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Todas las naciones os dirán bienaventurados, porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos”
Dios acusaba al pueblo de Israel de robadores por no haber dado el diezmo y les dice que los pruebe y traigan sus diezmos a la casa de Dios. Aquí vemos la seriedad y la importancia de dar el diezmo, pues esta décima parte no es nuestra, sino pertenece a Dios, y al gastarlo estamos gastando lo que no es nuestro. A parte de ser un deber, Dios promete bendición al entregar los diezmos. A veces se puede ver solamente lo que se entrega y no se ve la bendición que se recibe al cumplir con este sagrado deber. Cabe hacer notar aquí que no solo el diezmo es reclamado, sino también las ofrendas.
DIEZMOS Y OFRENDAS EN EL NUEVO TESTAMTENTO
1. JESUCRISTO: LOS DIEZMOS Y LAS OFRENDAS
Mt. 5:17 “No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolir, sino a cumplir”
Lc. 21:1-4: “Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. 2Vio también a una viuda muy pobre que echaba allí dos blancas. 3Y dijo: En verdad os digo que esta viuda pobre echó más que todos, 4pues todos aquellos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; pero esta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía”
Los fariseos eran meticulosos en el cumplimiento de la ley y siempre buscaban algo para acusar al Señor, sin embargo nunca lo acusaron de no llevar los diezmos. Mateo 23:23: “Pero ellos insistían a gritos, pidiendo que fuera crucificado; y las voces de ellos y de los principales sacerdotes se impusieron.” AQUELLO QUE NO DEBERIAN DEJAR DE HACER ERA DAR LOS DIEZMOS.
Lucas 20:20-26:
“Y, acechándolo, enviaron espías que simularan ser justos, a fin de sorprenderlo en alguna palabra, para entregarlo al poder y autoridad del gobernador. 21Le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de persona, sino que enseñas el camino de Dios con verdad. 22¿Nos es lícito dar tributo a César, o no? 23Pero él, comprendiendo la astucia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? 24Mostradme la moneda. ¿De quién es la imagen y la inscripción? Respondiendo dijeron: De César. 25Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios. 26Y no pudieron sorprenderlo en palabra alguna delante del pueblo, sino que, maravillados de su respuesta, callaron.”
En esta ocasión estaban hablando sobre los tributos e impuestos que pertenecían al gobierno (Cesar), y la otra parte, pertenecían a Dios
2. LOS APOSTOLES, LOS DIEZMOS Y OFRENDAS.
En el principio de la iglesia de Jerusalén hubo un crecimiento numérico sobresaliente, 3000 fueron añadidos a la iglesia en el primer sermón, y luego muchos más eran añadidos a la iglesia cada día. Además de este crecimiento numérico encontramos que todos lo creyentes “vendían sus propiedades y sus bienes, y los repartían a todos según la necesidad de cada uno” (Hechos 2:45): “pero como no lo hallaron, volvieron a Jerusalén buscándolo." ¡Esto es más que el diezmo! Podemos ver que no huno mucha necesidad de enseñar sobre el diezmo pues los creyentes estaban dando el cien por ciento.
El apóstol Pablo escribió la gran mayoría de las epístolas. Como un verdadero israelita, él tenía que cumplir con toda la ley.
Filipenses 3:5-6: “Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo; 6en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que se basa en la Ley, irreprochable”
- Siendo linaje de Israel, él tenía que cumplir con sus diezmos.
- Siendo de la tribu de Benjamín, él tenía que cumplir con sus diezmos.
- Siendo hebreos de hebreos, él tenía que cumplir con sus diezmos
- Siendo irreprensible y justo en cuanto a la ley, él tenía que cumplir con sus diezmos
1 Corintios 9:9-14:
“En la ley de Moisés está escrito: «No pondrás bozal al buey que trilla». ¿Se preocupa Dios por los bueyes 10o lo dice enteramente por nosotros? Sí, por nosotros se escribió esto, porque con esperanza debe arar el que ara y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. 11Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿será mucho pedir que cosechemos de vosotros lo material? 12Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Sin embargo, no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. 13¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del Templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? 14Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio”
Los versículos de 1 al 7 nos aclara que en la ley estaba escrito que la persona que trabajaba sembraba y cuidaba ganado, debería comer del fruto de su trabajo. El versículo 10 nos dice que por nosotros fue escrito(es decir, los ministros), y con esperanza de recibir el fruto de nuestro trabajo (ministrando la palabra de Dios). Si sembramos lo espiritual, tendremos derecho a segar lo material. Quienes trabajan en el templo deberían comer de lo que se recibía en el templo. Los diezmos y las ofrendas se lavaban al templo. Los Levitas y el Sumo Sacerdote deberían participar del altar, o sea de lo que se traía a la casa de Dios para ofrecer en sacrificio. Era pues obligación del pueblo sostener la obra de Dios y a los ministros trayendo al templo (casa de Dios) sus diezmos, ofrendas y sacrificios. De igual manera ordeno el Señor (de la misma manera diezmos y ofrendas) a los que anuncian (predican) el evangelio, que vivan (sean sostenidos) del evangelio.
a) El que es instruido debe dar al que lo instruye (Galatas 6:6):
“El que es enseñado en la palabra haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.”
b) Doble honor al que predica y enseña (1Timoteo 5:17):
“Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar”
c) Una ofrenda de amor (Romanos 15:25-27):
“Pero ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén. 27Les pareció bueno hacerla, ya que son deudores a ellos, porque si los gentiles han sido hechos partícipes de sus bienes espirituales, deben también ellos ayudarlos con bienes materiales”
“En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 2Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. 3Y cuando haya llegado, enviaré a quienes vosotros hayáis designado por carta para que lleven vuestro donativo a Jerusalén”
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es de mucha bendición esta palabra de Dios
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